Vivmos en una generación en dónde la búsqueda de lo material es insaseable, abrumados de información y tecnología. El mundo persigue y desea nuestra atención constantemente, lo cuál imposibilita nuestra serenidad mental. Reconocemos la sed espiritual que tenemos, de despertar nuestra alma, de vivir con alegría y propósito, regresando a una relación sincera con Di-s.
Rabbi Najman sabía que esto ocurriría, hablo del gran reto que sería vivir en estos tiempos y nos regaló un mar de sabiduría, llena consejos para reconocer la Luz dentro de esta oscuridad. Hablo de música y respiración, de meditación y aislamiento, de depresión y falta de autoestima, marcando con sus palabras un camino muy lucido y práctico para lograr vivir en armonía y paz en medio del caos que nos rodea.
¿QUIÉN ES
RABBI NAJMAN?
El Rebe Najmán de Breslov nació en el año 1772, en el pueblo Ucraniano de Medzeboz. Bisnieto del Rabí Israel Baal Shem Tov, fundador del movimiento Jasídico, el Rebe Najmán alcanzó notables niveles de santidad y sabiduría. Profundo conocedor de los secretos místicos de la Kabalá y extremadamente práctico y pragmático al mismo tiempo, inculcó la honestidad, la simpleza y la fe. Tramó maravillosas historias de princesas, gigantes, mendigos y emperadores. Habló del curar y de la plenitud... ¡del estar vivo!
Atrajo devotos seguidores, tanto gente simple como eruditos, quienes consideraban "el Rebe," como su fuente primordial de guía espiritual y sostén. Sus enseñanzas se difundieron de manera oral y a través de sus escritos incluso después de su fallecimiento en el año 1810. Hoy en día, el movimiento que él iniciara se encuentra vibrante y creciente. Mucho más allá de estos círculos, el supremo optimismo del Rebe Najmán y su pragmática sabiduría han hecho de él uno de los más citados y estudiados maestros Judíos de todos los tiempos.
Dirigiéndose a una época en la cual dominarían los sentimientos de vacío, el Rebe Najmán desarrolló una doctrina universal que le habla tanto a los buscadores espirituales como a la gente común que debe enfrentar los problemas cotidianos. Su mensaje de esperanza y alegría, enseñan que aún cuando el negro pozo del yo parece ser absolutamente impenetrable, aguardan allí chispas de luz, esperando ser liberadas. Sus palabras de inspiración llegan al creyente de cualquier fe, a aquellos no tan creyentes e incluso a aquellos carentes de toda fe.